martes, 30 de julio de 2013

Atardecer tormentoso.

El pasado fin de semana nos dejó varios acontecimientos meteorológicos destacables, desde unas temperaturas frías para la época estival, rondando los 22º de máxima, o los chubascos que nos afectaron el Domingo por la tarde, los cuales nos dejaron cantidades cercanas a los 6 litros y un precioso atardecer tormentosos culminados con unos bellos mammatus.



  





miércoles, 24 de julio de 2013

Julio en el jardín.

Hoy os voy a dejar algunas fotografías del pasado Domingo, aparte de sumar fotos de la floración actual del jardín, os dejaré alguna de como están las montañas que nos rodean. El calor de este verano (y eso que no íbamos a tener Verano) sumado a que estoy regando poquito para ir acostumbrando a las diferentes especies a nuestro clima, hacen que no tenga este año un verano "demasiado" bonito en el jardín. En las próximas semanas llegarán los mejores momentos de los gladiolos, campsis grandiflora o la azucena africana.


Hydrangea macrophylla  y agapanthus.



Helichrysum italicum




EPILOBIUM Canun "western hills" especie plantada este año, en los próximos veranos espero que se convierta en una de las protagonistas del jardín.


Hydrangea sargentiana.


Callicarpa americana


Euphorbia


Hydrangea quercifolia


Cotinus coggygria "kanari"


cotinus coggygria "young lady"


Hydrangea aspera


Buddleja daviddi



Y así se encuentran las montañas que me rodean, ese contraste entre el verdor del robledal y el campo agostado por el este verano tan caluroso que estamos viviendo.



lunes, 22 de julio de 2013

Tormentas de Julio.

Estas últimas semanas han sido muy entretenidas en el apartado meteorológico, hemos recibido durante las últimas jornadas una serie de tormentas que han dejado en diferentes puntos del pueblo de Miraflores de la Sierra, cantidades que rondan los 50 litros.

Es un gusto ese cúmulo de sensaciones que producen las tormentas, por un lado el cielo limpio que queda después de ellas, el verdor que se despierta en las especies vegetales azotadas por la sequía estival de esta zona de la montaña madrileña, el frescor dentro del tórrido verano que sufrimos o el olor que se desprende tras los chubascos tormentosos.